Reseña de la costa de las piedras de Alejandro Bosch
Hola, hoy reseño la novela La costa de las piedras que transcurre en Mallorca lo cual para mí ya es un buen activo.
Sinopsis de La costa de las piedras:
Aventuras, amor, historia e intriga, un cóctel de impacto con una narración muy especial (se le compara con Salinger o Luis Landero), y cuyo protagonista, Ron, se erige como una mezcla de Indiana Jones y Tintín.
Una novela de la que te vas a enamorar, seas un lector que ama las historias bien contadas o un lector de esos que no perdona el aburrimiento literario.
Sucede en tiempo presente, en Palma, Sineu y la costa Este de la Bahía de Palma, en Mallorca, en verano, en calas recónditas, en una ciudad dominada por el sol y la brisa.
Se narra en primera persona, con un lenguaje muy fluido y rico en explicaciones históricas la búsqueda, por parte del geólogo Ron y la editora Patricia, de un tesoro de un cuarto de millón de besantes de oro con el que el gobernador musulmán pretendió comprar la vida de los residentes en Madina Mayurca (ahora Palma de Mallorca) en 1231 y que las huestes de Jaime I no aceptaron.
Novela de aventuras teñida de apuntes históricos y con el amor por medio, como toda novela que se precie. Cuatro etiquetas juntas: aventura, amor, historia e intriga.
El argumento trascurre en los entresijos de la Catedral de Palma y algunos de sus secretos alejados de los tópicos. Se suceden varios asesinatos relacionados con la investigación, sin saber quien está detrás de ellos. Se entrelazan el amor de Ron y Patricia, la explosión de una bomba, la policía, el secuestro de una niña y la aparición de personajes misteriosos en una trama que va creciendo en intensidad hasta el descubrimiento del mayor de los tesoros. O dos.
Novela rica en matices, cautivadora porque habla en primera persona a la lógica y al corazón, bajo el sol de Mallorca.
Opinión: El principal atractivo de esta historia que está bien escrita es su personaje principal. No es un personaje perfecto pero, está en esa edad en que uno se puede permitir ser idealista. Todos hemos estado allí así que todos podemos ser parecidos a Ron o entenderle. La virtud de esta historia es colocar al lector en el punto de vista de Ron porque está escrita en primera persona, su modo de ver la vida y sus reflexiones, algunas de las cuales, desde mi punto de vista, son para enmarcar o para usar como mantra en uno de esos días malos. Dicho esto quiero remarcar que no hablo de los típicos eslóganes de tazas que tan de moda están. Las reflexiones que salen en este libro están bien escritas, son bonitas, puras y meditadas, tienen algo de verdad más allá del positivismo barato que vemos por todo en estos tiempos.
Podríamos definir esta historia como una historia de aventuras con un fondo histórico aunque no es una novela histórica e incluso se podría definir como una historia de amor pero, desde mi punto de vista, ese es solamente el pretexto del autor para hablar del personaje y descubrirlo. Por así decirlo la historia de aventuras en la que hay muertos, misterio, policías es simplemente el trayecto para definir al personaje principal que te cae bien y que es el activo principal. Es por esto que creo que el escritor ha puesto toda la carne en el asador con Ron al que ha caracterizado magníficamente sin complejos de ningún tipo. Él es así con sus fallos, sus miserias pero también con sus virtudes. Su naturaleza, su forma de pensar y ver la vida y su sufrimiento amoroso es perfectamente creíble e incluso la sensación de que persigue una quimera y que, la relación y lo que siente, está solamente en su cabeza. Al mismo tiempo los temas que trata son universales y hay en él esa búsqueda de si mismo, del lugar que quiere ocupar pero, también de un mundo más justo y menos material. Me he sentido nostálgica también porque Ron ha terminado sus estudios universitarios y tiene todo por delante.
Digo todo esto porque me ha encantado Ron y lo que menos me ha interesado es el viaje, el trayecto que sirve para que el protagonista se defina, se luzca o se explaye y creo que, por eso, en las aventuras, el autor ha sido menos escrupuloso que con su personaje y eso ha provocado que no haya vivido esa parte de la narración con la misma intensidad con la que he vivido las comeduras de coco de Ron y sus vaivenes. Creo que esa parte de la historia es la menos atractiva si bien también tiene su aquel pero, no es perfecta, ya que incurre en algunos fallos como que todo se embrolla demasiado lo que resta velocidad a la narración y hay otros errores en los que tal vez, solamente yo repare, como, por ejemplo, no hay sargentos en la policía nacional actual y los jueces no van a interrogar a la comisaría, los procedimientos policiales y judiciales son de otra manera y creo que eso se puede perfeccionar aún así se lo perdono porque me encantaría seguir leyendo a Ron y su búsqueda constante, que es la misma que quizá todos buscamos.
Otra cosa que me ha gustado es que transcurre en Mallorca y la isla que se enseña es la mía, los paisajes, la idiosincrasia mallorquina, la búsqueda de un rincón de mar sin gente me ha resultado tan familiar como la vida misma. Qué bonita es Mallorca y el autor lo sabe, me extrañaría mucho que no fuera de aquí.
Me parece una novela que sin ser perfecta es recomendable. Cuando llegué a la última página leí que Ron puede seguir en otra novela y me alegré. Ojalá.
1 comentarios
Pues a mi también me sirve de aliciente el enclave, ¡qué ganas de volver tengo!
ResponderEliminarBesitos.
Gracias por vuestros comentarios