Lo llamaban Fierro. Y era mentira. La verdad era su pasado y el pasado, una condena que prefería olvidar. No tenía nada, ni siquiera futuro. Por eso vivía en la frontera, un pedazo incierto de tierra olvidado por todos, un lugar maldito donde moros y cristianos sembraban muerte a su antojo. Su único consuelo eran las colmenas. A ella, perdida en aquel amargo pasado, siempre le gustó la miel. Sus recuerdos de la batalla de Alarcos lo perseguían y atormentaban, porque allí la perdió a ella, a su futuro hijo y estuvo a punto de morir él también.

Más de 15 añós después, el pasado cabalga de nuevo hacia él; con la espada al cinto, dispuesto a atormentarlo. Una vez más. Y, cuando su antiguo compañero de armas lo encuentra, sabe que no tiene escapatoria. La guerra se cruza de nuevo en su camino. Se prepara la batalla más grande jamás contada, la batalla de las Navas contra los almohades para resarcir la derrota sufrida por los cristianos en Alarcos, y él marcará la ruta. Lo hará por una única razón: ella. Como antes, como siempre, él será el atajador de los ejércitos de Castilla. Y su única esperanza estará en manos de un enemigo…

Ésta es la historia de un hombre; uno cansado, blasfemo y solitario. Un hombre acabado, sin esperanza y, pese a todo, un valiente. Un atajador en la frontera, en tiempos de la Reconquista en el siglo XIII.

Opinión personal: Esta novela la leí hace unas semanas y me gustó. Es una novela histórica narrada en tercera persona y cuyo estilo emula  la forma de hablar de la época, el estilo narrativo es destacable. El protagonista absoluto es Fierro un personaje que blasfema constantemente y con una historia personal que se irá desvelando a lo largo de la historia pero ya desde las primeras páginas vemos en él un hombre si esperanzas, derrotado pero conformado con esa derrota, cansado de la vida que le ha tocado vivir. Tardé unas páginas en acostumbrarme al estilo y al lenguaje que se usa pero una vez que te acostumbras tiene mucho encanto y se lee con facilidad. Aunque es una novela histórica en el sentido que a través de sus páginas conocemos varios acontecimientos históricos de la Reconquista más que nada ese es el contexto pues el autor ha preferido retratar a las personas de a pie de la época, aquellos cuyo destino,  vida y muerte, es decidida por reyes y otros personajes de relevancia social que deciden sin importar el número de muertos y las consecuencias que sus decisiones tienen para sus ciudadanos. Aún así Fierro es un personaje con sus propias ideas y una personalidad fuerte y que ha sufrido unos reveses que han hecho mella en su persona, habla con su perro y con la que fue su esposa desparecida y a lo largo de la historia nos irá desvelando cuáles son los demonios que le persiguen y el porqué lo dejo todo para vivir en lo que llaman la frontera. La relación de Fierro con su perro es destacable, un hombre solitario que vive casi de la nada y que comparte esa existencia con un perro que es más amigo que cualquier persona. Es una relación muy entrañable y que destaca en la historia. Por otro lado,  eché de menos al personaje varios días después de la lectura, así que creo que eso es suficientemente revelador. Eso sí, es una novela fluida, no es muy larga pero no esperes acontecimiento histórico tras otro o personajes históricos reales que aunque salen lo hacen mínimamente, como os digo es una novela que habla de las gentes de esa época todo ello circunscrito a la vida de un atajador y la batalla, son los avatares de este lo que se cuenta principalmente casi como una novela de aventuras.

Recomendable.

¡Gracias por leerme!