¡Hola! No sabía si publicar esta excursión porque es la misma que hicimos a principios de septiembre y que ya os enseñé aquí pero luego he optado por publicarla igualmente porque es el mismo sitio sí pero la visión es distinta, el mar está cambiado, el cielo estaba más apagado pero el paisaje estaba igualmente impresionante. Fue un balón de aire fresco, el cansancio de la semana desapareció en un plis plas pese a que hicimos una buena caminata, las sensaciones aunque iguales fueron distintas, estábamos más en forma e incluso me permití correr una pequeña distancia que en septiembre, por la baja forma, el calor y el desenfreno de las vacaciones de agosto, me pasaron factura. Eso me hizo sentir muy viva, cansada pero viva y te hace ver que diferencia supone seguir una rutina de caminatas casi a diario.

Me encanta el paisaje mallorquín pero creo que todos podemos contar con paisajes, que aunque distintos, nos inspiren a salir a andar y contactar con la naturaleza. 

Creo que no existe terapia más efectiva que juntarte con gente a la que quieres y montarte una caminata por un lugar bonito.

¡Espero que os guste! ¿Andáis mucho? ¿Cuál es vuestro deporte?