¡Hola! Hoy os hablo de una novela que me leí casi del tirón, no creo que invirtiera más de un día y medio.Con ésto ya os adelanto que es un libro rápido y trepidante, hablamos de novela negra y nórdica.

De esta misma autora había leído Aurora Boreal y no guardaba ningún recuerdo específico de ella, en cambio la que hoy os reseño,  me encantó. 

Mi opinión:  Me gustó mucho la novela que hoy os reseño porque me atrapó desde el minuto cero. Empieza muy bien y creo que la autora se las arregla para mantener el interés en todo momento. Aunque ya lo he visto antes en otras novelas me encanta como se narran partes de la historia a través de la fallecida. No se trata de que sea un recurso original pues otros ya lo han hecho, sino la destreza con la que lo hace, casi sientes a Wilma como una amiga y con la triste sensación de que su vida no va a continuar. Como casi toda novela negra y nórdica- creo que es una característica de este tipo de novela-  se ahonda en las razones por las cuales se ha producido el crimen, conoces a los culpables de tal atrocidad pero se persigue conocer por qué lo han hecho. Es casi tan importante saber cuáles fueron los motivos qué quién fue. Va más allá, nos cuenta cómo se forja una persona así y como éstos sienten culpa o un total desprecio hacia la vida. Al ser ésta novela la cuarta entrega he echado en falta haber leído los dos anteriores puesto que los protagonistas, Rebecka Martinsson- fiscal- y Anna-Maria Mella y su compañero, hablan y reflexionan continuamente con historias que pasaron anteriormente pero es culpa mía.

¡La recomiendo!