Sonó el timbre, lo oí como lejano y a medida que insistía se iba convirtiendo en un sonido más alto y más insoportable, hasta que salí de mi sueño, en el que el timbre se había metido, abrí los ojos y grité "Ya voy", aunque creo que alguien que me llama desde la calle pueda oirme. Salí de la cama y cogí es telefonillo.

-Sí.

-¡Hola nena!-Era Toni.

-Hola.-Mi voz sonó alegre aunque para mis adentros pensé en lo terrible de la situación, necesitaba mínimo una hora para recuperar mi cara.

-¿Me dejas subir?

-Claro.-Le abrí.

Corrí hacia el baño, me miré al espejo y pensé esto es irrecuperable, a quien se le ocurre irse a dormir sin quitarse el maquillaje, es cierto que en más de una ocasión Toni me había visto recién levantada, pero siempre me había desmaquillado antes de irme a dormir, hidratado, tenía sin duda otro aspecto. Y la verdad con la cantidad de rimel, que tenía sobre mis enormes ojeras no las disimulaban para nada. Así que rápidamente en contra de todos aquellos consejos de belleza, y teniendo en cuenta que en el armarito del baño tenía uno de esos súper desmaquillador de ojos, abrí el grifo me moje los ojos y cogí el jabón de manos y me froté con fuerza, la pica quedó algo negra, pero puedo afirmar que el rimel se fue, dejando unos ojos rojos que podían dar a entender que la noche había sido muy larga y muy alcohólica. Es de aquellas cosas que haces sin pensar y una vez hechas piensas " qué imbécil soy". Lo que estaba claro es que no me daba tiempo a recuperarme por mucha crema que me pusiera y menos a maquillarme para taparlo, tal y como me temía sonó el timbre y algo sorprendente en mi me hizo tomar la decisión de enfrentarme al problema de frente así que me sequé la cara y me dirigí a la puerta. Cuando abrí me encontré a Toni estaba imponente, tenía un brillo en la mirada, y me miraba intensamente a los ojos, cosa que no me convenía, ya que si me hubiera mirado el culo, lo tenía igual que todos los días.

-¿Puedo pasar?

-Sí. Entró y cerró la puerta. Me cogió por la cintura y me besó, me quitó la camiseta y empezó a comerme a besos.

-Qué ganas tenía de verte, ¿te he despertado?

-Sí,pero podemos volver a la cama.-Me rendí a sus encantos y me sentí poderosa, le gustaba incluso hecha un asco.

...

Me quedé mirándole.

-¿Tú tienes sueño?

-Un poco.

-Sabes que, me voy al bar de abajo a tomarme un café y así leo el periódico y tú duermes un poco.

-Me basta media hora.-Menuda mentira.

-Vale. Te subo el desayuno.

-Que bien, eres un sol.-Se me acercó me dio un beso.

-Ahora vengo.

-Llévate las llaves, están en el plato de la entrada.

-Nena.

-¡Qué!

-Uy uy uy, eres de las de mal despertar.

-No, ahora me levanto.

-Está el desayuno se te va a enfriar.

-Bueno. -Salí de la cama, busqué algo que ponerme y me dirigí hacia el salón. Me quedé alegremente sorprendida cuando vi unas flores, un café con leche y unas tostadas francesas, con mermelada de fresa, un limón partido por la mitad...-Qué buena pinta.

-Al final he pensado en ir a comprar y prepararte el desayuno así desayunamos juntos.

-Qué buena idea.

-Dime que quieres hacer hoy.

-Pero ¿habíamos quedado?

-No.

-Yo solo atiendo con cita previa.

-Hace un rato no tenias problemas.

-Bueno, estaba desesperada.

-Jo.

-Es broma.

-Me imagino.

-Y tú ayer ¿qué tal?

-Muy bien, fuimos a los cars y luego empezamos con las cervezas.

-Qué guay.

-¿Y tú?

-Una noche sorprendente.

-¿ Y eso?

-Nada la cena como siempre, la rara fue esta chica que trajo Susana.

-La del yoga, ¿no?.

-Sí. Más rara que un perro verde, pero Marta la puso en su sitio.

-Pasa a veces.

-Sí, este tipo de gente te quita las ganas de quedar con gente nueva.

-Bueno por un imbécil no juzgues a todos.

-Ya, pero es que me da mala espina, tiene algo que me molesta, no me gusta, ni ella, ni su historia, ni el plan en el que está, no se.

-No será para tanto.

-Ya lo creo que sí, ya verás que se le pega al culo a Susana, y ella como es tan buena le dejará.

-Qué complicadas que sois las mujeres.

-¿Tú crees?

-Vaya, le dais unas vueltas a las cosas.

-Bueno ya veremos.

-Te apetece ir de excursión.

-¿A andar?

-No tiene porque ser ese tipo de excursión.Yo he comprado dos billetes de tren para ir a Toledo, salimos en dos horas y volvemos mañana por la noche. ¿qué te parece?

-Estupendo, tendré que llamar a mi madre que había quedado con ellos para comer, pero aparte de eso estoy libre.

-Pues venga acelera que no llegamos.

-¿Y tú maleta?

-En la entrada.

-Jo, eres muy bueno con las sorpresas.

-Gracias bombón.

-¿donde la tenias?

-En el bar de abajo, muy majo el camarero por cierto.

-Vaya. Voy a llamar a mi madre.- Cogí el móvil.

-Mamá mañana no vengo a comer. Me voy a Toledo con unas amigas. Vale te llamo cuando llegue. Un beso.-Colgué.

-Avelina.

-Dime guapo.

-¿Por qué no le has dicho a tú madre que ibas conmigo?

-Por no dar explicaciones.

-¿Seguro que era por eso?

-Claro tonto porqué va a ser.

-No se.

-¿Y tú le has dicho a tú madre que vas conmigo?

-Sí.

-Ah bueno.-Me acerqué y le hice unos mimos. -Voy a prepararme que sino no me da tiempo.-Le dí un besito.

-Te espero abajo en el bar.- Creo que se había enfadado, ya se le pasará, pensé, no es para tanto.