AVELINA XXXIII
Ya eran las dos, había quedado con Susana para ir a andar, menos mal que ya estábamos a miércoles y no andaba tan perdida, todo lo desconocido resulta como poco extraño, me estaba costando adaptarme a mi nueva faena. Menos mal que a ratos volvía a la mía a la del despacho y me sentía un poco más útil. Había sido una buena idea lo de conservar media jornada como secretaria. Cuando llegue a casa de Susana ella ya estaba en el portal.
-Hola-La saludé.
-Hola
-¿De qué me has hecho el bocata?
-No te lo he hecho no me ha dado tiempo, he encargado dos pepitos de lomo.
-Vale. Pues vamos.-Empezamos nuestro paseo.
-¿Qué tal el fin de?
-Muy bien. Después de la fiesta invité a Toni a quedarse en mi casa y hemos estado casi todo el fin de semana juntos.
-Que guay, Carlos está de viaje, así que esta semana tengo libre.
-Enserio, pues salimos el viernes. Podríamos hacer una cena de chicas, yo se lo diré a mi hermana, a ver si no tiene plan.
-Vale y a quien más se lo decimos.
-A las chicas, hay que aprovechar que Isa está lesionada,jejeje. Que mala soy.
-Qué va, lo que me parece que ya está más o menos.
-Bueno da igual lo superaremos.
-Qué ya le has preguntado a Toni, que pasó entre ellos.
-No, y por ahora no se lo voy a preguntar, me da palo parecer o bien un cotilla o bien una celosilla, no se prefiero no saberlo.
-A ver si se va a enfadar contigo por que le has robado al chico.
-No creo teniendo en cuenta que me lo robó ella. Además no se puede decir que ella esté en posición de exigir nada, ni nos llamamos por teléfono. Además tampoco sabemos que relación tenían entre ellos.
-Ya lo se, pero nunca se sabe.
-Además ya debe saber que salgo con él, o por lo menos algún rumor le habrá llegado. No te acuerdas que te conté que me había encontrado a Charo el día que salí con él.
-Es verdad no me acordaba.
-¿Y tú que? ¿Cómo andas con tú principe azul?
-Muy bien, creo que le voy a echar de menos esta semana.
-No me extraña, desde que empezastes a salir cuanto tiempo máximo has estado sin verlo.
-Le he visto cada día.
-Querras decir que casi se ha trasladado a vivir a tú casa.
-Es que se duerme tan bien.
-Mirala a la mosquita muerta. Jejeje.
- Bueno a ver que cenamos el viernes.
-Japonés que tengo capricho.
-Y tú hermana ¿puede comer japonés?
-Tienes razón, le han dicho que hasta que no sepan nada que procure evitar según que cosas.
-Menuda putada si le prohiben para siempre el pescado crudo.
-Vaya, yo me muero si me pasa eso. Bueno pues cenamos otra cosa, yo menos-y Susana dijo a la vez que yo.
-Menos chino cualquier cosa.Jejeje. Qué pesada, que no comemos chino tranquila.
-Es que no me gusta nada.
-Ni a mi, pero tienes que reconocer que a veces si la economía no da para más es una buena solución.
-Tienes razón. Además la mía puede ponerse mal, sino me sale bien lo de la sala no se que voy a hacer con media jornada.
-Primero sí que te va a salir bien, y segundo no ves que Luís te ha cubierto las espaldas por si acaso.
-Bueno vale, tiene muchas papeletas lo de que Luís me readmitiera a jornada completa, pero tampoco se puede esperar o más bien confiar en que será así, mejor pensar que no y así estar preparada.
-También es cierto. Tengo muchas ganas de salir el viernes a bailar.
-Ya te veo.
-Es que con Carlos me parece que tengo pocas oportunidades, no le va muco lo de salir.
-Pués exije.
-Pero si a él no le apetece.
-Ya estás de nuevo dependiendo, no puedes darselo todo a un hombre, ya te has olvidado de la última vez, menos yo lo dejate todo por Jaime y te salió muy rana.
-Esta vez no.
-No se ya le tienes en tú casa, ya no sales aunque te apetezca ya se lo estás dando todo y estoy segura que no te lo ha pedido. Luego cuando él quiera su pequeña parcela de independencia te enfurecerás por qué tú no la tienes, y no será él el que te la ha quitado, serás tú que has renunciado gratuitamente. No te entiendo, tienes que marcas las pautas ahora, los malos vicios luego son muy malos de quitar.
-Yo soy así Avelina, ¿qué quieres que haga?
-Pués esforzarte un poco, a mi Carlos me parece un chico ideal, es guapo, simpático, paciente y te adora, podríamos estar hablando del hombre de tú vida y vas a permitir que tú estúpida inseguridad te lo quite.
-Bueno hace muy poco que salimos, no se sabe.
-Muy poco que sois novios, querrás decir, por que salir llevais mucho.
-Bueno Avelina yo lo intentaré, de todos modos con esto de que viaja tanto no creo que tenga oportunidad de estropearlo.
-Hay perdona, suena fatal cuando lo dices tú, no quería decir que lo estropeases tú, simplemente que no tienes que ser tan insegura, eso no gusta a nadie, además con Jaime no solo fue eso, hubo más razones.
-Ya te digo, me puso los cuernos.
-Sí, pero ya te comias la cabeza antes de que te pusiera los cuernos, me llamabas casi a diario llorando, que sí se ha ido con los amigos y yo estoy aquí en casa...
-Bueno, yo creo que Carlos no es Jaime, y es un nuevo principio, además no te he llamado ningún día llorando.
-Y espero que no me llames ninguno. Aunque si lo haces, yo estaré para escucharte.
-Gracias. Además tengo una sensación buena con este chico. Ahora está de viaje y no me siento para nada insegura. Y sabes, gracias por tú sinceridad no me gusta mucho reconocerlo, pero aunque cuando te oigo me parece muy exagerado, es cierto que puedo ser un poco agobiante con los hombres, incluso doy más de lo que me piden, pero eso no justifica que me pongan los cuernos, yo no tuve la culpa de que Jaime se liara con otra y piensa que si no le hubiéramos pillado todavía estaría con ella, eso sí, llevaría una cornamenta que no veas.
-Tienes razón, perdona, tú no tuvistes la culpa y aunque haya podido parecer que era lo que estaba diciendo no lo he pensado en ningún momento.
-De buena me libre.
-Vaya, te acuerdas cuando le pillamos.
-Sí con lo grande que es Madrid y el tío va, y se la lleva al cine, y zas, allí estábamos nosotras en la otra punta de la sala, él no nos vio, pero yo no podía creerme lo que veía, tú te crees atreverse a salir con ella como cualquier cosa, sin temor a que le viera alguien conocido y sin importarle.
-Vaya imbécil, ni siquiera tuvo elegancia ni para engañarte, yo, si algún día le pusiera los cuernos a alguien, por lo menos, tendría la consideración de hacerlo a escondidas.
-Si pero es que él no era una cosa puntal, a mi me da que tenía una relación con ella, por eso tenía que ir al cine y fingir que tenía una relación normal.
-Pero tampoco lo sabes.
-Sí pero con el tiempo me he dado cuenta de que los restaurantes a los que íbamos, los lugares que nosotros frecuentábamos, lo camareros siempre me miraban raro, yo creo que la llevaba allí, a los mismos lugares que yo.
-Esa acusación es muy grave, estamos hablando de un cabrón de primera, además más razón me das con lo de que no tenía una pizca de elegancia. Era una desconsiderado.
-Lo que se dice comunmete un auténtico hijo de puta.
-Creo que te quedas corta, jejeje. Más bien, no hay palabras para describirlo.
-Lo que más me desconcertó fue como gente que en teoría eran mis amigos, lo sabían y no me dijeron nada, con el tiempo me han ido contando que los habían visto, que les parecía raro la actitud que él mantenía con ella...
-Pero eso no es justo del todo, tienes que tener mucha confianza para contarle eso a alguien, además si solo eran sospechas.
-Pero si ellos me cuentan la versión ligth de la historia, además a mi la que me supo mal fue Marta, que siempre salíamos con ella y su marido,estoy segura que ella lo sabía a ciencia cierta.
-No se, yo creo que ella se dejó asesorar por su actual marido, ya que en esa época todavía no se habían casado ¿no?
-No.
-Tal vez sospechara algo. Además imagina que ves algo, tú te atreverías a ir a contarlo, sin estar segura. Además Marta siempre ha sido una buena amiga, igual no quiso hacerte daño innecesariamente, yo no he estado nunca en su pellejo, pero tú lo presupones que ella lo sabía.
-Bueno, es lo que me pareció cuando ella supo que yo lo sabía vino y me dijo lo que ella había visto algo raro y me lo dijo con unos aires.
-Sí, pero cuantos hay que se crecen por contar lo que saben, yo creo que deberías darle otra oportunidad, con lo amigas que erais.
-Es cierto que éramaos muy amigas, pero la que se retiró fue ella, yo deje de llamarla, pero ella tampoco me llamo, si no había pasado nada, ¿porqué dejó de llamarme?
-Misterios de la vida, ella siempre habla muy bien de ti, cuando sales a conversación.
-Bueno si ella no pone de su parte, yo no puedo hacer nada, que tengo que perseguirla.
-No, no es plan.
-Él único consuelo que tengo, es que fue fácil de solucionar, todavía recuerdo la cara que puso cuando me acerqué a él en el cine, y le saludé como una conocida, le di dos besos y me fuí.
-No se como fuistes capaz, yo le hubiera pegado unos gritos que no veas.
-Tú te crees, le dejé las maletas en el portal, y el tio volvió a casa, las vio, las cogió y se fue sin ni siquiera decir nada.
-De buena te librastes.
-Vaya.
Al final terminamos nuestro paseo sin decidir todavía lo que íbamos a cenar el viernes, pero repetimos conversación, parece mentira como a veces con los amigos rememoramos aquellas cosas que nos duelen, hasta que llega el día que al hablar de ello se convierte en anecdótico, yo creo que todavía faltaba por lo menos una repetición más para que Susana olvidara el dolor que ese imbécil le hizo.
6 comentarios
Jaja, vaya pieza este Jaime!
ResponderEliminarDe buena se libró!
Cada vez estoy más enganchada a la historia!!
ResponderEliminarFeliz finde!
Besos
que bien escribes!!! a mi me encantaria escribir una novela pq me encanta escribir... pero tengo que dar con la idea perfecta!
ResponderEliminarxx
Gracias chicas, y sí menuda pieza este Jaime, de museo, jejee, un besito a todas.
ResponderEliminarEstoy enganchada a las aventuras de Avelina! jeje Me parece que escribes muy bien! ^^
ResponderEliminarMuchas gracias Butterfly, besitos y el vierbes más, jeeeje.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios